La pandemia ha llevado el comercio electrónico a la máxima velocidad, mientras que las restricciones han mantenido a millones fieles a las compras en línea. Aunque el comercio electrónico ya no está experimentando el crecimiento exponencial que alguna vez fue, su impulso continúa. Pero, ¿Cómo afecta su crecimiento al comercio minorista y la logística?

España ocupa el puesto 36 en el ranking mundial de comercio electrónico. El podio lo componen Corea del Sur, Reino Unido y China, con un porcentaje de ventas online muy superior al resto del mundo. En España, el 10,6% de las ventas totales (4,1% en 2016) correspondieron al comercio electrónico, mientras que en Corea del Sur las ventas online representaron el 41,5%. La industria minorista se ha transformado Los hábitos de consumo han cambiado y la combinación de online y offline ha creado nuevos escenarios a los que las tiendas físicas deben adaptarse.

El comercio físico todavía tiene espacio para crecer. Cerca de 1 millón de metros cuadrados de suelo está en desarrollo en España en los próximos años.

Gran desafío: logística inversa

Las empresas de logística se enfrentan a grandes retos derivados del aumento de las devoluciones online. Estamos acostumbrados a hacer clic en un botón para comprar porque sabemos que tenemos una gran facilidad para volver más tarde. Las devoluciones tienen un impacto muy significativo en la sostenibilidad ambiental y generan una alta huella de carbono.

En España, el espacio logístico previsto para el comercio electrónico supera los 1,5 millones de metros cuadrados, de los que el 20% deberá destinarse a logística inversa.